Investigadores del Instituto de la Grasa y la Universidad de Sevilla descubren un nuevo ácido en el alperujo –un residuo de la extracción de aceite de oliva– tras la aplicación de un tratamiento térmico patentado que incrementa la concentración de compuestos beneficiosos en este subproducto. Se trata de un método económico y eficaz de separación entre las fases del alperujo que enriquece cada una de ellas en compuestos bioactivos de interés.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz ha desarrollado un proceso para aprovechar los residuos de la cerveza para la producción de biocombustibles, alimentos funcionales y cosméticos. El proceso será desarrollado próximamente en una planta piloto.