El módulo InSight de la NASA ha registrado las ondas sísmicas y acústicas que han producido cuatro rocas espaciales cuando se estrellaron contra la superficie del planeta rojo en los últimos años. Por su parte, la nave Mars Reconnaissance Orbiter localizó desde el espacio los cráteres de impacto recién formados. Es la primera vez que se consigue vincular estos dos eventos en otro planeta.
Además del Instituto Geográfico Nacional, que es el responsable de la vigilancia del volcán en La Palma, otras instituciones han pedido autorización para viajar y estudiar su evolución. Es el caso de un equipo de la Universidad de Granada, del que forma parte el científico Javier Almendros, que ha instalado sismómetros electrónicos cerca del cono principal.
Cumbre Vieja es ya una Meca en la que se dan cita decenas de investigadores de diferentes campos, como la sismología, la geoquímica y la oceanografía. En vulcanología el trabajo multidisciplinar es esencial. Mientras unos vigilan el magma, otros miden el terreno, persiguen a la lava o analizan el aliento emitido. Su misión ahora es concreta: evitar víctimas.
Terremotos como el que ha golpeado a Haití de magnitud 7,2, con cientos de réplicas que dejan miles de muertos y heridos, no se pueden predecir. La reputada sismóloga Lucy Jones lleva años estudiando estos fenómenos extremos y asesora a EE UU para reducir los riesgos de los seísmos en su país. En su nuevo libro desentraña el impacto que han tenido estos eventos en la política, la arquitectura y hasta en nuestra forma de pensar.
Un grupo de investigadores convertirá este verano el cableado de fibra óptica instalado en el lecho marino de las islas Canarias en una red sísmica para localizar terremotos. Los expertos utilizarán la tecnología DAS, que permite convertir un cable de fibra óptica en una red de sensores sísmicos muy densa, capaz de hallar sismos a miles de kilómetros de su epicentro.
Gracias a la técnica de datación por Resonancia Paramagnética Electrónica, un grupo de científicos españoles ha realizado los primeros análisis exhaustivos sobre la falla activa de Daroca, situada en la cordillera ibérica. Los resultados muestran que esta falla se mueve más lento de lo que se pensaba, pero podría provocar terremotos de hasta una magnitud de 7.
Un sistema de detección de terremotos en los océanos de un ingeniero de la Universidad de Alcalá ha sido galardonado con la beca número 1.000 que ha entregado el Consejo Europeo de Investigación. Esta financiación ha sido concedida a 62 estudios europeos, cuatro de ellos españoles, y servirá para lanzar los proyectos al mercado.
El terremoto sucedido hace unos días en el centro de Chile, de una magnitud de 8,4 y tres minutos de duración, y que ha causado solo ocho muertos, es muestra de un país preparado para eventuales desastres naturales. Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha publicado el primer estudio de riesgo sísmico para las principales ciudades de Haití (Puerto Príncipe y Cabo Haitiano). Sus conclusiones indican que no están preparados para nuevos sismos.