El 16 de marzo de 2011 el complejo de aceleradores de electrones del sincrotrón ALBA produjo luz de sincrotrón por primera vez. Cinco años después esta instalación, localizada en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), cuanta con siete líneas de luz para realizar experimentos punteros de física, química y biología, pero también para investigar nuevos materiales o mejorar el patrimonio cultural.
El Sincrotrón ALBA, situado en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), ha obtenido la autorización para construir su décima línea de luz, en la que se investigará la cristalografía de macromoléculas a partir de 2020. Los experimentos incluirán análisis de proteínas y complejos biológicos con un haz de rayos X muy fino y extremadamente brillante.
Investigadores del sincrotrón ALBA, el Instituto de Microelectrónica de Barcelona y una empresa han desarrollado un sistema compacto y portátil para la caracterización de rayos X que permite medir de manera precisa la intensidad del haz de luz, lo que mejora la calidad de los datos y reduce los tiempos en los experimentos que se llevan a cabo en esta instalación. Sus autores esperan vender estos detectores a otros centros en pocos meses.
El presidente Zapatero y la ministra Garmendia durante la inauguración de ALBA.
Instalaciones del Sincrotrón ALBA.
Instalaciones del Sincrotrón ALBA.