Trasladando el piano, el arpa y los instrumentos de percusión hacia el centro del escenario y llevando los clarinetes, trompetas y flautas a las orillas, más cerca de las rejillas por donde se renueva el aire, se puede reducir la concentración de aerosoles en los conciertos, junto a la siempre necesaria buena ventilación. Investigadores de la Universidad de Utah (EE UU) lo han comprobado con modelos computacionales.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili han simulado el flujo de aire producido al toser y estornudar con un detalle sin precedentes gracias al uso de avanzados sistemas de computación. Los resultados ayudan a analizar la capacidad de los aerosoles infecciosos para dispersarse y mantenerse suspendidos, lo que facilita la transmisión del coronavirus y otros patógenos por vía aérea.
Algunos fluidos son activos por su capacidad de generar fuerzas internas, como ocurre al moverse las bacterias en una suspensión, sin que intervenga ningún agente externo. Ahora investigadores de la Universidad de Barcelona y otros centros internacionales han demostrado que flujos caóticos activos se pueden describir por leyes de escala universales distintas a las que rigen los fluidos clásicos.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos han desarrollado un sistema, llamado ViSimpl, que permite analizar la actividad de distintas zonas del cerebro. El avance abre nuevas posibilidades para estudiar este órgano y enfermedades asociadas, como el Alzheimer.
Científicos españoles y suecos han desarrollado un nuevo método que predice cómo se mueven las proteínas para llevar a cabo sus funciones biológicas. La investigación ha demostrado que el movimiento de las proteínas está dictado por su forma y ofrece nuevos datos sobre cómo funcionan, un paso fundamental en el desarrollo de fármacos.
Investigadores del centro gallego CiQUS y la Universidad de Oxford han analizado con técnicas de supercomputación el comportamiento de la membrana celular ante la presencia de nanotubos. Los resultados de las simulaciones pueden ayudar al diseño de nuevos canales biomiméticos y su posible aplicación en fármacos o biosensores.
Los responsables de no dejar pasar oxígeno a determinadas zonas del mar son los remolinos. Así lo sugieren las simulaciones de un estudio internacional en el que han participado investigadores del Instituto de Física Interdisciplinaria y Sistemas Complejos.
Investigadores de la Universidad de Salamanca han aclarado aspectos desconocidos sobre el comportamiento de estructuras micromagnéticas, en concreto, sobre procesos de inversión de la magnetización. Con este trabajo, basado en la realización de simulaciones, el equipo puede contribuir a corto plazo a mejorar dispositivos como las memorias magnéticas de los ordenadores.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos en Madrid han desarrollado simulaciones sobre la estructura de tejidos humanos y fluidos que permiten generar animaciones y planificar imágenes médicas. Los resultados ayudarán a simplificar los modelos existentes en este campo y crear algoritmos computacionalmente más eficientes.
Científicos de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC) han simulado por primera vez en 3D los fenómenos críticos producidos durante las explosiones estelares de novas. Así han podido caracterizar de manera precisa las propiedades físicas y la composición química del material expulsado, lo que ha servido para resolver un enigma de hace más de 50 años: el origen de la distribución irregular y heterogénea del material. El trabajo permite analizar la función que tienen estas explosiones termonucleares en el enriquecimiento químico de la galaxia.