El análisis de los sedimentos de la laguna Cimera, en la Sierra de Gredos, ha permitido caracterizar las condiciones de temperatura y de precipitaciones en el sistema central desde el 200 a.C. hasta la actualidad. Esta reconstrucción, junto a otras ya realizadas en distintas zonas del país, permite ver la influencia de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) y del patrón del Atlántico Este (EA) sobre el clima de la Península.