En 1920 el hongo Sclerogaster luteocarneus fue descubierto en un municipio brasileño, y unos años más tarde, en 1936, apareció en la isla de Guadalupe, en las Antillas francesas. Pero durante los casi 80 años siguientes la especie no había vuelto a observarse, hasta el punto que los científicos la daban por extinguida. Ahora, un equipo internacional de científicos, con colaboración española, la ha hallado de nuevo en Brasil.