Hace décadas que los astrónomos se preguntan cómo se genera el patrón nuboso con forma de hexágono en el polo norte de Saturno. Ahora dos investigadores de la Universidad de Harvard han simulado en 3D los movimientos de los ciclones, anticiclones y corrientes de convección del gigante gaseoso.
Esta vista infrarroja captada por Cassini muestra el sol brillando en los lagos polares del norte de Titán. / NASA / JPL-Caltech / Univ. Arizona / Univ. Idaho
Ejemplos de las seis geomorfologías registradas en Titán con imagen radar. / Rosaly Lopes et al./Nature Astronomy
Hasta ahora se habían observado dos tipos de tormentas en Saturno: las colosales Grandes Manchas Blancas y otras mucho más 'pequeñas' y aisladas. Investigadores de la Universidad del País Vasco y la Politécnica de Cataluña informan por primera vez de un tercer tipo de tormentas intermedias y múltiples, como las cuatro que se observaron en 2018 en la región polar norte del gigante gaseoso.
Tormentas 1 y 2 proyectadas sobre un planisferio (parte superior) e interacción entre las dos tormentas simulada por ordenador (secuencia inferior). / UPV/EHU-UPC
La edad de los populares anillos de Saturno era una de las cuestiones que más intrigaba a los astrónomos que estudian este gigante gaseoso. Ahora, las últimas mediciones que tomó la nave Cassini antes de desaparecer en su turbulenta atmósfera revelan que se formaron mucho más tarde que el planeta, probablemente en la época en la que los dinosaurios poblaban la Tierra.
Tras más de una década explorando Saturno, sus anillos y satélites, la sonda Cassini ha completado este viernes su misión desintegrándose en la atmósfera del gigante gaseoso. Entre los logros de esta misión de la NASA, la ESA y la agencia espacial italiana figura el lanzamiento de la sonda Huygens sobre Titán y el descubrimiento de un océano subterráneo con géiseres en otra sus lunas, Encélado.
Tras sobrevolar la luna Titán, este miércoles la nave Cassini se ha adentrado entre Saturno y sus famosos anillos. Se trata de la primera de las 22 órbitas finales que trazará la sonda alrededor del gigante gaseoso, donde desparecerá para siempre el próximo 15 de septiembre.
En las profundas fumarolas hidrotermales de la Tierra sobreviven microoganismos primitivos que generan energía transformado el hidrógeno y el CO2 en metano. Ahora la nave Cassini ha detectado estas tres sustancias en los supergéiseres que emanan de Encélado, una de las lunas de Saturno, y los científicos se preguntan si también allí estarán relacionadas con alguna forma de vida.
Los vientos de la la gran corriente en chorro que circula por la atmósfera ecuatorial de Saturno alcanzan velocidades de 1.100 km/h en zona alta pero llegan hasta los 1.650 km/h a unos 150 km de profundidad. Es uno de los nuevos y valiosos datos que han conseguido investigadores de la Universidad del País Vasco tras analizar la estructura de la potente corriente del gigante gaseoso con la ayuda del telescopio espacial Hubble.