Bioingenieros del Instituto de Tecnología de California han creado un nanorobot de ADN que tiene una mano para recoger moléculas y dos pies para llevarlas al lugar deseado. De momento es un poco lento, ya que tarda cinco minutos en dar un pequeño paso de 6 nanómetros, pero sus creadores confían en acelerar este novedoso sistema, que algún día podría operar en el interior del cuerpo humano.
Investigadores de la Universidad de Huelva han optimizado una técnica matemática predictiva que permite que los robots encuentren determinados objetivos con más rapidez y fiabilidad. Se puede aplicar en sistemas dedicados a la asistencia de personas, seguimiento de manos y automóviles.
En 2011, un ingeniero industrial de San Sebastián llegó al Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Boston, con un problema en la cabeza: cada vez vivimos en pisos más pequeños e incómodos. Dispuesto a encontrar soluciones, Hasier Larrea explora nuevas estrategias robóticas para cambiar la manera en que los urbanitas se relacionan con el espacio. Sus diseños son "muebles con superpoderes", como él los llama, que cambian de configuración con un solo gesto.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han creado dos robots, uno terrestre y otro aéreo, para medir las variables ambientales de los invernaderos y permitir el control constante de las condiciones de los cultivos. Su trabajo conjunto ayudará a mejorar la productividad de este tipo de explotaciones agrícolas.
Hiroshi Kobayashi prueba su traje de músculo en la feria Global Robot Expo, en Madrid.