Tana, una hembra de bulldog francés, acudió a un centro veterinario para su primera vacunación. El tamaño “más grande de lo normal” de su clítoris alertó a los especialistas, que realizaron las pruebas oportunas. Los análisis determinaron por primera vez en el mundo la alteración genética del aparato reproductor en esta raza: la perrita tenía testículos criptórquidos (fuera del escroto).