Para los tres millones de europeos que padecen enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa es indispensable tener siempre un inodoro disponible, pero la mayoría de las ciudades no cuentan con una red adecuada, lo que supone un impacto nefasto en su salud física y mental. Una nueva investigación muestra las necesidades de este colectivo: retretes accesibles, limpios y seguros.
Un sistema, que puede ser integrado en un inodoro convencional, permite hacer un seguimiento de los biomarcadores de salud y enfermedad en la orina y las heces de los usuarios. El retrete ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Stanford, en EE UU, y podrá ser usado para realizar estudios de detección, diagnóstico y seguimiento de pacientes, según sus creadores.
Mil millones de personas en el mundo practican hoy la defecación al aire libre. Esta rutina constituye un riesgo para la salud pública y la nutrición y está relacionada con la muerte diaria de 1.000 niños y niñas por diarreas. Para eliminar esta praxis hay que afrontar muchos mitos culturales, sociales e incluso religiosos.