Un equipo de científicos andaluces han modificado un residuo de arcilla, llamado bentonita, procedente de la industria del ladrillo y la cerámica para desarrollar un lecho filtrador con propiedades de limpieza del agua de riego agrícola. La nueva técnica, que permite reducir los costes, ha logrado por primera vez adsorber tres pesticidas comunes.
Un grupo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín ha comprobado que la mezcla de diversos residuos de la industria del olivar elimina casi completamente restos de antinflamatorios como el ibuprofeno de las aguas residuales. El método, conocido como ‘biobed’, se basa en sistemas de depuración sostenibles y de bajo coste.
Investigadores de la Universidad de Sevilla han desarrollado un nuevo método para conseguir agua apta para riego o uso humano basado en piscinas transparentes y la acción fotosintética de microorganismos acuáticos. Su implantación es más asequible que otros medios utilizados en la actualidad y hace posible que pueda instalarse en zonas desfavorecidas donde es difícil el acceso a los recursos hídricos.
Investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) han desarrollado una metodología para detectar en una hora los residuos de disparo. La técnica, basada en el uso de ablación laser y espectrometría de masas, puede facilitar la labor de la policía científica.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz ha desarrollado un proceso para aprovechar los residuos de la cerveza para la producción de biocombustibles, alimentos funcionales y cosméticos. El proceso será desarrollado próximamente en una planta piloto.
Residuos electrónicos en un vertedero cerca de Lagos, Nigeria.