En España, donde todas las culturas ibéricas han crecido a orillas de algún río, es urgente salvar lo poco que queda de bueno en las cuencas, castigadas durante décadas por la contaminación, las especies invasoras y las alteraciones hidrográficas. Nuevas figuras como las reservas naturales fluviales surgen para luchar por la preservación de los escasos ríos vírgenes que aún resisten.
Las reservas marinas son espacios emblemáticos para la conservación de la biodiversidad en áreas oceánicas de todo el planeta. Según un nuevo trabajo publicado en la revista PLoS ONE, analizar de forma conjunta los factores genéticos y demográficos de algunas especies estructurales, como por ejemplo la gorgonia roja, es un factor clave para mejorar el diseño y la gestión de la conservación de las reservas marinas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha aprobado hoy la ampliación de dos Reservas de la Biosfera españolas: la de la Mancha Húmeda (en Castilla-La Mancha) y la de Montseny (en Cataluña). En la actualidad, España, con las 45 reservas que constituyen La Red Española, es el segundo país en el mundo en número de reservas de la biosfera declaradas, por detrás de los EE UU, que tiene 47.