Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid han aprovechado procesos de carbonización hidrotermal para transformar residuos orgánicos en un material carbonoso, estable e inocuo con características adecuadas para su uso como biocombustible.
Investigadores españoles han utilizado residuos procedentes de la industria agroalimentaria, concretamente del orujo de manzana, para desarrollar biomateriales capaces de actuar como matrices 3D para regeneración de hueso y cartílago. Este nuevo sistema puede ser útil para el tratamiento de enfermedades relacionadas con el envejecimiento como la osteoporosis, la artritis o la artrosis, según los autores.
11 de febrero de 2000: se desborda una balsa minera con un alto contenido de cianuro en el Danubio