Investigadores del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con el Programa de Genética Humana de la Universidad de Chile y el Departamento de Biología del Desarrollo de la Universidad de Pavía, han observado cómo los reordenamientos cromosómicos pueden ser transmitidos a la descendencia gracias a que los mecanismos de control que regulan la formación de los gametos no son tan estrictos como cabría esperar.