La creciente presión humana y el calentamiento global están reduciendo las zonas en las que pueden pacer los renos del norte de Europa, protagonistas de #Cienciaalobestia. Ambos factores ponen en riesgo la supervivencia de estos fabulosos rumiantes.
El reno es uno de los símbolos de la Navidad, pero está en horas bajas. A pesar de contar con más disponibilidad de alimento por el deshielo, los parásitos, la caza, la depredación, y el cambio climático están diezmando las poblaciones de estos mamíferos, protagonistas de #Cienciaalobestia. Algunas poblaciones de la tundra ártica han disminuido más de un 50% en las últimas dos décadas.
El tono rojizo de la nariz de los renos sirve para resistir las bajas temperaturas y la humedad intensa. El color es consecuencia de una fuerte concentración de glóbulos rojos y de una densidad de los vasos sanguíneos un 25% mayor que la humana.
Reno del Ártico (Rangifer tarandus) en Parque Nacional Denali en Alaska (EE UU).