En la escala de los átomos y las moléculas rigen las reglas de la mecánica cuántica, un entorno en el que surgen reacciones inesperadas y muy difícil de controlar. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Oxford han realizado un experimento, con átomos de argón chocando contra moléculas de óxido nítrico, que puede suponer un gran paso para lograrlo. Científicos españoles han presentado los cálculos computacionales que explican el proceso.
Investigadores de la Universidad de Barcelona y de la Universidad Bochum del Ruhr (Alemania) han logrado explicar un caso de cambios químicos provocados por la aplicación de fuerzas de tensión: el de la ruptura de moléculas de disulfuros enlazadas a cadenas poliméricas. En el estudio se ha empleado la simulación por ordenador para describir las transformaciones que se producen cuando estas moléculas están sometidas a fuerzas mecánicas de diferente intensidad.
Investigadores del Laboratorio Nacional Argonne y otros centros de EE UU, coordinados por un científico español, han utilizado por primera vez dos pulsos de rayos X, con ‘colores’ o longitudes de onda diferentes, para analizar procesos moleculares ultrarápidos. Con un pulso han roto una molécula de difluoruro de xenón y con el otro han detectado los atómos de flúor sueltos en menos de 0,000000000000054 segundos. El avance se podría aplicar para estudiar otras moléculas de interés biológico o industrial mientras reaccionan a gran velocidad.