Utilizando potentes radioantenas en China y EE UU, un equipo de astrónomos ha detectado a FRB 20190520B, una ráfaga rápida de radio que se repite desde una galaxia enana. Sus diferencias con otros pulsos de radiación de este tipo pueden afectar a cómo se utilizan para analizar el medio intergaláctico.
Elon Musk ha activado su servicio Starlink en Ucrania para mejorar el acceso a internet, un ejemplo del potencial que ofrecen sus numerosos satélites en zonas remotas o en conflicto. La otra cara de la moneda son las interferencias que causan en las observaciones astronómicas, un problema serio que trata de abordar la Unión Astronómica Internacional y los propios operadores, como SpaceX.
Un radiotelescopio de Sierra Nevada detecta alcohol y azúcar en un cometa. / IRAM-30m radiotelescope/Nicolas Biver/Fabrice Noel
En radioastronomía se utilizan amplificadores que mejoran la recepción de las débiles señales de la radiación electromagnética de los cuerpos celestes. Hasta ahora se pensaba que cuanta más baja era la temperatura de estos dispositivos, más limpia era dicha señal, pero un estudio de científicos suecos, estadounidenses y españoles ha revelado que esa mejora tiene un límite a temperaturas extremadamente bajas.
La astrofísica norirlandesa Dame Jocelyn Bell (Belfast, 1943) fue la primera persona que descubrió las señales de un púlsar, pero a diferencia de su tutor de tesis, ella no recibió el Nobel. Bell ha sido la gran sorpresa de Passion for Knowledge, el festival de la ciencia de San Sebastián, donde ha cautivado al público con sus explicaciones sobre agujeros negros y otros extraños objetos del universo.
Este viernes se analizarán en el campus del CSIC, en Madrid, las posibilidades de colaboración de la ciencia e industria españolas con el mayor de los proyectos científicos: el Square Kilometre Array (SKA), un conjunto de tres mil antenas situadas en Australia y Sudáfrica.