Investigadores de las universidades de Zaragoza y Pompeu Fabra han desarrollado y patentado un generador de pulsos de alta tensión para destruir tumores sólidos. Lo hace de un modo más rápido, menos tóxico e invasivo que la quimioterapia y la radioterapia mediante electroporación irreversible. Este fenómeno mata las células tumorales, que son incapaces de reparar los daños que los campos eléctricos elevados provocan en su membrana.