Enfermedades como el cáncer de próstata, el alzhéimer y el párkinson tienen asociadas proteínas con una característica en común que consiste en tener regiones desordenadas, aparentemente sin estructura tridimensional rígida. Ahora, un equipo científico del Instituto de Investigación Biomédica ha descubierto el potencial de estas regiones para dirigir moléculas terapéuticas.