Durante las últimas décadas las mejoras en el tratamiento del cáncer han tenido como contrapartida un aumento de los fallecimientos por problemas cardiovasculares debido a los efectos negativos de la quimioterapia y la radioterapia. Para combatir este problema ha surgido la cardiooncología, una nueva especialidad médica enfocada a identificar a los pacientes más vulnerables, detectar de forma temprana los riesgos que surjan y favorecer los hábitos de vida saludables entre los enfermos.
Los investigadores, que efectuaron un seguimiento a 5.840 personas desde antes de su nacimiento hasta la edad de 31 años, han hallado pruebas que sugieren que un pequeño tamaño al nacer y un excesivo aumento de peso durante la adolescencia y la adultez temprana pueden dar lugar a una inflamación de bajo grado que, a su vez, se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cardiopatía.