Unos 48.000 m2 de praderas marinas de la costa oeste de Australia, en la isla de Rottnest, uno de los iconos turísticos del país, han sido arrancadas por las casi 900 cadenas de anclas de las embarcaciones de recreo que amarran en la zona. Estas son las cicatrices que ha estudiado un equipo internacional de científicos, liderado por españoles.
La pesca de arrastre, la construcción de puertos y marinas, y los vertidos son las principales causas de la pérdida de praderas marinas en España. Según el último informe de la organización de conservación marina Oceana, en colaboración con la Fundación Banco Santander, España cuenta con más de 100.000 hectáreas de estos hábitats, pero pierde cada año entre un 3% y un 5% de su superficie.
Un cámara de Oceana grabando a las especies Cymodocea nodosa y a Posidonia oceanica en Almería.