Europa no fabricó porcelana propia hasta el siglo XVIII, cuando un alquimista, un artista y un escultor reinventaron este preciado material, que solo llegaba al viejo continente procedente de Asia. Lo que sucedió a partir de entonces es la historia del espionaje industrial, los retos científicos y las penurias en las fábricas de ‘oro blanco’ que la astrofísica Montserrat Villar (La Coruña, 1968) descubrió gracias al libro El arcano de Janet Gleeson.