La monogamia humana socialmente impuesta es un rompecabezas evolutivo, ya que requiere un castigo muy costoso para aquellos que la asumen. Los científicos creen que se instauró a partir de la aparición de la agricultura y de la creación de sociedades humanas grandes. Un nuevo trabajo explica que las enfermedades de transmisión sexual tuvieron un papel importante en este cambio.
Con el único objetivo de ligar y reproducirse, las aves se exhiben, cortejan y compiten con estrategias de lo más inverosímiles; y hay científicos, como Juan Moreno Klemming, que son expertos en el tema. Pero el atractivo sexual no siempre las beneficia: cuanto mayor es su belleza, más probabilidades tienen de acabar con sus plumas en un sombrero, lo que favorece su extinción. Lo ha explicado en el Congreso Español de Ornitología, organizado estos días en Madrid por SEO/BirdLife.