Investigadores de la Universidad Pública de Navarra y la Universidad de Bristol han conseguido por primera vez manipular en el aire varias partículas, de forma independiente y en las tres dimensiones, con la única ayuda del sonido. Esta tecnología se podría usar para crear pequeñas estructuras con partículas levitantes, sin necesidad de tocarlas, e incluso para realizar operaciones quirúrgicas sin tener que abrir al paciente.