Las muestras de sangre de los años 40 recogidas por un médico que trabajaba en el Delta del Ebro han permitido indagar en la historia de la malaria en Europa. Los resultados indican que esta enfermedad infecciosa grave que afecta a 200 millones de personas cada año y que persistió en España hasta los años 60 pudo venir a Europa durante el periodo helenístico, cuando la conquista del imperio persa conectó el Mediterráneo con la India.