Las nuevas técnicas de imagen contribuyen de forma decisiva en la prevención y la mejora del diagnóstico y control de desórdenes neurológicos. En el caso del ictus, enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro (se produce cuando éstos se rompen o son taponados por coágulos u otras partículas, lo que impide nutrir a las células del cerebro de oxígeno, que terminan muriendo) el diagnóstico tradicional del paciente se ha basado “en el cronómetro”, es decir, en las horas transcurridas desde el accidente cerebrovascular.