Cavilar a solas durante quince minutos en una habitación sin más estímulos incomoda a la mayor parte de las personas, según revela un experimento llevado a cabo por científicos estadounidenses. Enfrentarse a los propios pensamientos hizo, incluso, que el 67% los hombres (frente al 25% de las mujeres) prefirieran una descarga eléctrica a cambio de poder escapar de la sala antes de tiempo.