Las praderas, además de alimentar al ganado, absorben hasta el 30 % del carbono que se emite a escala mundial. Sin embargo, estos ecosistemas están en peligro por los efectos de la crisis climática, según un estudio internacional que ha observado cómo la actividad humana está cambiando las especies vegetales que las conforman.
Un equipo internacional de científicos revela nuevos datos del proyecto Park Grass Experiment, que estudia la biodiversidad de los pastizales desde 1856. Según el estudio, al eliminar el exceso de nitrógeno del suelo acumulado por la contaminación atmosférica, las especies de estos ecosistemas han hecho resurgir los niveles ambientales de los años 70 y 80.