Los pingüinos solo son capaces de distinguir dos de los cinco sabores: agrio y salado. Según investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) esto puede deberse al frío extremo de la Antártida, pero lo que aún no tienen claro es si la morfología rugosa de la lengua de los animales y su costumbre de tragar los alimentos enteros es causa o consecuencia de esta pérdida.