Investigadores de las universidades de Cádiz, Pensilvania (EEUU) y Trieste (Italia) han rodeado un núcleo de paladio con partículas de oxido de cerio para formar un material que cataliza la combustión de metano –el componente principal del gas natural– de una forma mucho más limpia y eficiente que hasta ahora. El avance se publica esta semana en la revista Science.
Para mucha gente el CO2 es una sustancia que tiene claras connotaciones negativas, ya que al tratarse de un gas de efecto invernadero contribuye al aumento del calentamiento global. Pero por otro lado, el hecho de que sea un compuesto muy abundante, barato y no tóxico lo convierte en una fuente de recursos muy interesante para los químicos, quienes pueden sacarle un provecho y utilizarlo para sintetizar otros productos.
La reacción de acoplamiento cruzado catalizada por metales de transición es una de las estrategias más eficaces para la formación de enlaces carbono-carbono. Investigadores del grupo de catálisis asimétrica del Departamento de Química Orgánica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han desarrollado ahora un procedimiento basado en el uso de catalizadores de paladio aplicable a determinados sustratos poco reactivos. Su aportación servirá para crear nuevos compuestos orgánicos.
Una nueva técnica permitirá en un futuro próximo reciclar metales muy contaminantes que se acumulan en el catalizador de los tubos de escape de los coches. En concreto, se trata del paladio, un elemento caro y contaminante, que forma parte de los catalizadores, con los que se reduce la emisión de gases de los vehículos a la atmósfera. Andrei Rogalev, un destacado experto del laboratorio europeo de Radiación de Sincrotrón en Grenoble (Francia), ha presentado en Zaragoza una técnica para recuperar este metal procedente de los catalizadores, una vez que éstos se agotan por efecto de la propia contaminación. De este modo, además de lograr su reciclaje se evitan los efectos de su degradación, con un alto potencial contaminador.