Las flores de las orquídeas florecen en general una vez al año y presentan una morfología muy diversa entre las 25.000 especies que existen en todo el mundo. Para entender cómo se originaron y evolucionaron, un equipo internacional de científicos ha secuenciado el genoma de una especie en concreto para reconstruir las herramientas genéticas ancestrales que les facilitaron estas características tan especiales.
La diversidad de flores que observamos se debe en parte a los cambios en los tipos de polinizadores. Un estudio, realizado en las islas de Canarias, Madeira, Azores y Cabo Verde, con la colaboración de científicos españoles, demuestra que las formas de las células epidérmicas de los pétalos también se modifican cuando la polinización pasa de ser por insectos a aves.