A partir del siglo XVIII los europeos capturaron de forma masiva leones y osos marinos en las costas atlánticas de América del Sur. Esto diezmó ambas especies porque su dieta y la estructura de la red trófica costera se alteraron, pero en la actualidad estos mamíferos son los más abundantes de la región. Así lo determinan dos trabajos realizados por investigadores españoles y argentinos que han analizado los efectos de la explotación de estos depredadores durante los últimos 6.000 años.
Se enfrentan a temperaturas bajo cero, alimentan a reptiles que pueden alcanzar la media tonelada de peso y se ganan la confianza de especies huidizas. Los cuidadores de fauna salvaje dedican su día al bienestar de animales nacidos en cautividad, pero manteniendo las distancias. Sinc les acompaña en uno de los momentos en los que humano y animal más interactúan: la comida.