El Grupo de Química de Coordinación y Bioinorgánica de la Universidad de Santiago (USC) estudia desde hace años la intoxicación por metales pesados, en particular el plomo. La toxicidad por este metal, ya de por sí perjudicial para los seres vivos, incrementea su peligro en los niños. El nivel de contaminación se mide por presencia en sangre, considerándose nocivo a partir de diez microgramos por decilitro, en el caso concreto del plomo. Su acumulación provoca una enfermedad denominada plumbose que afecta sobre todo al sistema nervioso central y, en el caso de los niños, impide su desarrollo normal.
Microscopía electrónica de barrido mostrando una célula gigante de Cryptococcus neoformans. En la figura se muestran detalles estructurales de las células gigantes. Se puede apreciar como la cápsula de estas células está compuesta por una gran cantidad de fibras de polisacárido que forman una red muy densa alrededor de la célula que impide que incluso sea visible la pared celular del microorganismo.
Un equipo de investigación del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, dirigido por Amparo Latorre y Andrés Moya, ha mostrado por qué la cucaracha alemana (Blatella germanica) elimina el exceso de nitrógeno excretando amoniaco, a diferencia de la mayoría de los insectos terrestres, que suelen producir ácido úrico como compuesto de desecho. La investigación, que se publica hoy en la revista de libre acceso PLoS Genetics, ofrece una nueva perspectiva del funcionamiento del organismo de la cucaracha.
El Grupo de Telómeros y Telomerasa que dirige María A. Blasco en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) descubre que la longitud de los telómeros es un marcador universal para identificar la localización anatómica de las células madre de distintos tejidos. Esta técnica, denominada telomapping, será de gran importancia para el desarrollo de la medicina regenerativa.