El aumento de temperaturas marinas afecta a los seres humanos de forma directa y sus consecuencias ya se pueden observar sobre las poblaciones de peces, los fenómenos meteorológicos extremos y un mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, según el estudio más completo en la materia, que se ha presentado hoy en el Congreso Mundial de la Naturaleza de Hawái.
Trozos de sedimento del Cretácico envueltos en lava salieron a flote con la erupción submarina de El Hierro, en 2011, aportando a los científicos valiosos datos sobre el fondo oceánico de las islas. El análisis de los materiales asemeja el origen del archipiélago canario al modelo de formación de Hawái (EE UU), y confirma que las islas más antiguas se encuentran al este y las más jóvenes al oeste.
Los remolinos marinos pueden transportar a miles de kilómetros calor, larvas y sustancias químicas de las fumarolas termales del océano. Imagen: Wood Hole