Muchas de las especies descritas son exclusivas de las zonas polares, están activas y presentan una distribución restringida en el océano Ártico. Además, algunas muestran una gran versatilidad metabólica, lo que les permite responder mejor a los cambios ambientales.
Tras analizar muestras de pelo de osos polares del mar de Beaufort (océano Ártico), un equipo de investigadores de EE UU ha descubierto que este mamífero cada año concentra una menor cantidad de mercurio en su organismo. Los autores sospechan que este descenso se debe a cambios en su dieta a causa del calentamiento global.
La capa de hielo Ártico desciende cada año. / NASA
La mayor parte del yodo radiactivo 129I presente en el hielo marino procede de las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear de Sellafield, en Reino Unido, y La Hague, en Francia. Así lo plantea el análisis que un equipo internacional, liderado desde Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla, ha efectuado en las aguas del océano Ártico.