Investigadores del Grupo de Apoptosis y Cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han comprobado que una pequeña molécula, la nutlina-3a, estimula la vía de señalización celular de otra proteína: la p53. Mediante esta vía, se induce la muerte celular y la pérdida de la capacidad proliferativa en cáncer cerebral, lo que frena su crecimiento.