La neofobia alimentaria es el miedo o rechazo a probar alimentos nuevos. Es una característica típica en el desarrollo infantil, pero puede llegar a ser habitual en algunos adultos. Investigadores de la Universidad del País Vasco han comprobado en niños y niñas de entre 8 y 16 años que los neofóbicos presentan un menor índice de calidad de su dieta mediterránea, además de tener mayor ansiedad y menor autoestima.