Especializado en química supramolecular y nanotecnología, el científico se enorgullece de lo que su equipo avanzó en la síntesis de moléculas que podrían desplazarse como un minirrobot a través de nuestro torrente sanguíneo, pero cree que aún están lejos las posibilidades de encontrarles aplicaciones. Para conseguir esos avances en clínica médica es necesario estudiar mejor los componentes que no resulten tóxicos para nuestro organismo, sostiene.
La Fundación Lilly ha reconocido las trayectorias de Luis Liz-Marzán y Carlos Simón en las categorías preclínica y clínica, respectivamente. El primero, por sus estudios en nanociencia y nanomedicina y potenciales aplicaciones en la detección, diagnóstico y terapia de enfermedades como el cáncer. El segundo, por sus trabajos sobre fertilidad humana e investigaciones para comprender el comportamiento del endometrio.
Investigadores españoles han demostrado, en un modelo animal, la actividad antimetastásica de cuerpos de inclusión bacterianos que liberan nanopartículas. La nueva forma farmacéutica ha demostrado su eficacia en cáncer colorrectal, pero se prevé que podría utilizarse para el tratamiento de 23 tipos de cáncer.
La administración de nanopartículas de óxido de cerio en un modelo animal de ratas puede competir con los tratamientos disponibles en la actualidad para el carcinoma hepatocelular, el cáncer de hígado más frecuente. Un nuevo estudio demuestra que dichos compuestos podrían convertirse en una prometedora nueva estrategia farmacológica.
Investigadores españoles emplean nanopartículas que atacan selectivamente en unmodelo animal a las células malignas en el tratamiento del linfoma no-Hodgkin, sin efecto alguno sobre las sanas. Dicha nanopartícula puede ser desarrollada como un nuevo fármaco que podría ser utilizada en el 40 % de los pacientes que no responden a la terapia actual.
Un trabajo, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Santiago de Compostela, ha demostrado la efectividad de la primera nanoterapia basada en el uso de anticuerpos no modificados dirigidos contra oncoproteínas intracelulares. Los resultados suponen un hito para la nanomedicina oncológica y abre nuevas vías para el tratamiento de pacientes con cáncer de mama agresivo.
El uso de las nanopartículas podría abrir un nuevo horizonte para hacer frente a las infecciones causadas por la Mycobacterium tuberculosis. Así concluye un estudio español que revela cómo las nanopartículas demuestran una superior efectividad frente al antibiótico libre en ensayos in vitro. En un futuro se podrían administrar oralmente, de una forma no invasiva y bien aceptada por el paciente.
Investigadores del IRB Barcelona han diseñado un encapsulamiento para fármacos que se dirige selectivamente a células senescentes o que han perdido la capacidad de dividirse. El estudio establece oportunidades terapéuticas para eliminar estas células en múltiples enfermedades, como la fibrosis pulmonar o el cáncer.
Científicos españoles han evaluado el uso de péptidos nanoencapsulados para inducir la apoptosis o muerte celular de las células. Su trabajo, publicado en Chemistry: A European Journal, abre una alternativa para el uso futuro de péptidos en terapia clínica.
Científicos de Cataluña han diseñado un sistema para identificar las células madre cancerígenas más resistentes al tratamiento y responsables de las recaídas de la enfermedad. Mediante nanomedicinas terapéuticas dirigidas, los expertos han optimizado la respuesta al tratamiento convencional de los dos tipos de cáncer.