Nanocilindros de oro, nanopartículas de óxido de hierro y una matriz común de sílice actúan como un 'nanoimán' que atrae células tumorales dentro de los vasos sanguíneos, sin tener que extraer sangre al paciente. Las propiedades magnéticas y ópticas de estas nanoestructuras pueden mejorar la detección fotoacústica de las células tumorales circulantes, según un estudio internacional en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid.
Una investigadora de la Universidad Pública de Navarra ha conseguido aumentar la absorción de luz en el silicio, mediante nanoestructuras grabadas en células fotovoltaicas. De esta forma, se incrementa la eficiencia obtenida en estos dispositivos electrónicos, que están construidos con el citado elemento y transforman la energía solar en electricidad.
Científicos granadinos han descrito un nuevo tipo de nanoestructuras magnéticas que podrían usarse para el transporte de medicamentos a células tumorales. Las ventajas de estas partículas son su núcleo magnético, su tamaño nanométrico y su recubrimiento polimérico que retrasa la respuesta del sistema inmune
Químicos de la Universidad de Granada han creado unas estructuras a escala nanométrica que pueden capturar agentes de guerra química, como el gas mostaza y el sarín. Estos compuestos se podrían poner en trajes militares o de protección para la población civil.
El trabajo del grupo de Ciencia e Ingeniería de los Materiales de la Universidad de Cádiz permite seleccionar nanoestructuras individuales para estudiarlas con el objetivo de mejorar sus aplicaciones nanotecnológicas.