En Costa Rica, los árboles bananeros son una importante fuente de alimento para los murciélagos siricoteros de Pallas, protagonistas del #Cienciaalobestia. Un nuevo estudio muestra que los que se nutren en plantaciones intensivas tienen una menor diversidad en su microbiota intestinal que los que recurren al néctar de los bananos que crecen en los bosques o que han sido cultivados ecológicamente.
La sangre humana, en especial la de ciertas personas, no es lo que más les gusta a los mosquitos, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia. Un equipo de científicos ha estudiado por qué a estos insectos les atrae tanto el néctar de las flores, su principal fuente de alimento.
Investigadores de la Universidad de Jaén han creado un nuevo método para, con muy poca cantidad de muestra, obtener las cantidades de insecticidas presentes en el polen y el néctar. La nueva herramienta es capaz de analizar ocho compuestos que pueden estar contribuyendo a la desaparición de las abejas y otros insectos.
Las polillas tienen dos sistemas olfativos que les ayudan a obtener néctar: uno innato, que les dirige a los olores de sus flores predilectas, y otro –aprendido– para acercarse a plantas desconocidas cuando sus favoritas no estén disponibles. El descubrimiento, realizado por científicos estadounidenses, se publica esta semana online en la revista Science.