Un equipo de la Universidad Politecnica de Valencia ha diseñado un nuevo sistema que ayuda a reducir las emisiones contaminantes de los motores diésel y el consumo de combustible hasta un 10%. La clave reside en la incorporación de una nueva tecnología que es capaz de recuperar la energía de los gases de escape recirculados del motor.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han creado un nuevo mecanismo de transmisión entre piezas sin contacto, basado solo en fuerzas magnéticas, de tal foma que evita la fricción y el desgaste y no requiere lubricación. Puede aplicarse en el ámbito de la navegación espacial, pero también se ha adaptado para emplearse en otras industrias, como en ferrocarriles o aviones.
Un automóvil de gasolina funciona mejor con una mezcla de hasta un 20% de etanol sin tener que modificar el diseño del motor, según un estudio de investigadores de la Universidad de Salamanca. El equipo realiza simulaciones por ordenador que ayudan a analizar el comportamiento de los motores de combustión y, en este caso, han logrado ratificar lo que apuntan los modelos experimentales.
Los diminutos motores biológicos que actúan en el citoesqueleto, en los flagelos de las bacterias o como enzimas del ADN son el objeto de la revisión que han efectuado investigadores del Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia. El trabajo también incluye los motores sintéticos o híbridos que han surgido a partir de los naturales, así como su potencial en los ámbitos químico y biomédico.
Una de las piezas de los motores recuperados de la misión Apolo. / Bezos Expeditions
El proyecto europeo More Open Electrical Technologies (MOET), liderado por Airbus, conseguirá que las aeronaves pierdan peso, ahorren combustible, sean más seguras y, en definitiva, contaminen menos.
16 de abril: 13º Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido