Investigadores del Instituto Max Planck de Ecología Química, en Alemania, han descubierto que en lugares con altas concentraciones de ozono se destruye la señal química de apareamiento de la mosca del vinagre. Los hallazgos ponen de relieve otra amenaza de la actividad humana sobre las poblaciones de insectos.
Comprender las bases moleculares de las diferencias en incidencia y supervivencia al cáncer entre hombres y mujeres es importante para encontrar tratamientos específicos y más efectivos. Un estudio, publicado en Science Advances, compara a escala molecular tumores cerebrales de moscas macho y hembra e identifica proteínas responsables del diferente grado de agresividad.
Científicos del Instituto de Biología y Genética Molecular, en Valladolid, han desarrollado un método para el análisis de imágenes con el objetivo de medir patrones biológicos. En concreto, los que aparecen en el ojo de la mosca del vinagre, usada como modelo en enfermedades neurodegenerativas. El sistema es sencillo, abierto, de bajo coste y permite hacer más rápido los estudios experimentales con este tipo de modelos que ayudan a investigar enfermedades humanas.
Científicos del Instituto Max Planck de Ecología Química en Jena (Alemania) han resuelto un caso de fraude pendiente desde hace 40 millones de años. La planta Arum palaestinum, también conocida como ‘cala negra’, atrae a los drosofílidos (moscas del vinagre) para que actúen como polinizadores y emitan moléculas olorosas que se parecen a las que se producen durante la fermentación alcohólica de la fruta podrida.