Fachadas ondulantes, azulejos árabes, cerámica vidriada, forja artística y una imaginación libre y creativa son algunas de las señas de identidad de la arquitectura modernista en Cataluña. A partir de ahora, esta riqueza artística y patrimonial del modernismo será todavía más exclusiva con el descubrimiento de Lapillitubus montjuichensis, un nuevo icnotaxón, es decir, la madriguera fósil que dejó un organismo vivo, hallado por primera vez en algunas fachadas de edificios modernistas en Barcelona.