Investigadores de la Universidad de León han aplicado redes neuronales artificiales a imágenes captadas con drones para reconocer, con un 95 % de acierto, la huella que dejaron las explotaciones auríferas de los romanos en el noroeste peninsular. El sistema se puede aplicar para reducir los riesgos asociados a las minas abandonadas, que causan pérdidas humanas y económicas en todo el mundo.
Miles de minas cerraron hace décadas en Europa, pero siguen conteniendo importantes materias primas, y el interés por reutilizarlas persiste. Un proyecto europeo, con participación española, ha desarrollado un robot submarino autónomo para explorar y analizar las minas y decidir si es económicamente viable volver a abrirlas.
Investigadores de cuatro universidades españolas han combinado tecnología láser y drones para estudiar las infraestructuras mineras que utilizaron los romanos cuando extrajeron oro en el noroeste de España hace dos mil años. La superficie cartografiada equivale a más de 40.000 campos de fútbol como el Santiago Bernabeu.
Un equipo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha analizado en minas abandonadas cómo el arsénico, el plomo, el zinc o el cobre, que tienden a quedar retenidos y estables al asociarse con el óxido de hierro, acaban siendo transportados, por lo que pueden contaminar zonas alejadas de los focos de emisión de contaminantes. La unión de estos componentes al óxido de hierro y de este a la arcilla hace que estos elementos químicos se movilicen fácilmente. De este modo, es difícil saber dónde pueden terminar estas sustancias químicas peligrosas.
Las minas contaminan los ecosistemas circundantes incluso mucho tiempo después de que hayan cesado su actividad y no siempre se conocen bien las consecuencias. Una investigación del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca demuestra que los suelos y las plantas próximos a la antigua explotación de wolframio de Barruecopardo contienen una gran cantidad de arsénico que podrían ingerir los animales que pastan en la zona. Por eso, piden que se restrinjan los espacios donde pasta el ganado.
La combinación de tecnología láser aerotransportada e imágenes de drones ofrece novedosa información sobre el valle del Eria (León) para elaborar imágenes en 3D que revelan estructuras ocultas en el valle del Eria, en León. En esta zona estuvo ubicada una de las mayores minas de oro del Imperio Romano pero a día de hoy apenas se pueden distinguir estos yacimientos a simple vista debido a la cubierta vegetal. Sin embargo, una nueva metodologíaamplia las perspectivas tanto para los arqueólogos como para el desarrollo turístico de la zona.
Investigadores de la Universidad de Oviedo han diseñado un modelo geológico tridimensional de los depositos de Río Tinto, en Huelva. El trabajo, basado en los datos de 3.000 sondeos, abre el camino para encontrar nuevos puntos de extracción en este enorme yacimiento minero.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales han detectado arsénico en los suelos colindantes a una explotación de wolframio abandonada cerca del cerro de San Pedro, entre Guadalix de la Sierra y Colmenar Viejo.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han estudiado los niveles de metales pesados y otros elementos contaminantes en vegetales procedentes de suelos de una antigua mina de la Comunidad de Madrid. Así han observado que la especie Corrigiola telephiifolia puede acumular mucho arsénico, por lo que podría emplearse en trabajos de fitorremediación.