Cuarenta científicos de la Sociedad Ibérica de Micología salieron a hacer un estudio de campo en Aragón en el mes de septiembre de 2018. El trabajo de tres jornadas dio como resultado el hallazgo de 103 especies de hongos sin citas previas en Aragón, quince sin citas ibéricas y once especies nuevas para la ciencia.
Innumerables veces M. Teresa Tellería se ha enfrentado a la misma situación: “¿A qué te dedicas?”, le pregunta alguien. “Soy micóloga”, responde ella. Inmediatamente, esta investigadora del CSIC anticipa con inquietud la siguiente pregunta: “¿Y eso para qué sirve?” Entonces Tellería recurre a una frase que leyó hace tiempo en un libro cuyo título no recuerda: “La ciencia es un edificio que se construye con la aportación de muchos pero con el nombre de unos pocos para recordarlos más fácilmente”. Ella estudia los hongos, unos organismos que no pertenecen al reino vegetal ni al animal, sino que tienen uno propio: el reino Fungi.
Una aplicación creada por el CSIC ayuda al usuario, mediante filtros de búsqueda, a identificar hongos en su medio natural. FungiNote cuenta con una base de datos de 150 especies de hongos, que se actualiza periódicamente, y permite crear un cuaderno de campo para compartirlo con el resto de usuarios.
Un equipo de micólogos y dermatólogos ha “curado” a una docena de momias con velas impregnadas en Imalazil. El nuevo método, que se publica en el último número de la 'Revista Iberoamericana de Micología', podría utilizarse también para sanear archivos y bibliotecas.
Un nuevo método para frenar el deterioro de las momias