El trabajo forma parte de la tesis doctoral de Haritz Gurruchaga, perteneciente al grupo NanoBioCel de la UPV/EHU, y está enfocado a la optimización de los procesos de almacenamiento de células encapsuladas mediante la criopreservación lenta. Las células madre mesenquimales se están utilizando cada vez más para el tratamiento de diversas enfermedades.
En el organismo existen células que tienen propiedades antitumorales, como las células madre mesenquimales de placenta. Un consorcio español de investigadores, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, ha utilizado estas células como vehículo en el que insertar nanopartículas cargadas con fármacos antitumorales. La capacidad migratoria de estas células madre les permite llegar al tumor, donde expulsan las nanopartículas que acaban con las células malignas, multiplicando su efecto. El modelo ha sido probado en ratas y en líneas celulares de laboratorio.
Investigadores del IIS Hospital La Fe y del CIPF demuestran que las células madre mesenquimales procedentes de la médula ósea son más eficaces a la hora de generar músculo y prevenir el remodelado ventricular o deformación del corazón. Para llegar a esta conclusión, han comparado la eficacia de dos tipos de células madre para su uso en la regeneración de corazones infartados.
El Servicio de Hematología del Hospital Universitario Puerta de Hierro (UAM), dirigido por el Profesor Manuel-Nicolás Fernández, hasta 2008, ha llevado a cabo un estudio que constituye la primera publicación de un grupo español en el campo de la terapia celular con utilización de células madre mesenquimales.