En el océano Atlántico se produce una redistribución de calor del sur al norte que se conoce como circulación meridiana del Atlántico. Una investigación internacional en la que participa la Universidad Complutense de Madrid demuestra nuevas evidencias de una disminución del 15% de este fenómeno con respecto a los registros del siglo XX. El cambio climático antropogénico es el principal sospechoso de este debilitamiento que puede tener efectos importantes, especialmente en el clima europeo.