Cuando una persona miente se produce un 'efecto Pinocho', gracias al cual la temperatura de la punta de su nariz aumenta o disminuye. También aumenta su temperatura corporal en la zona del músculo orbital, en la esquina interna del ojo. Además, si realizamos un gran esfuerzo mental, desciende la temperatura en nuestra nariz, y ante un ataque de ansiedad, se produce una subida general de la temperatura facial.