Una investigación en una cantera del Vale de Meio en Portugal revela el hallazgo excepcional de más de 80 rastros de dinosaurios carnívoros del grupo de los megalosáuridos, y de más de 700 huellas de estos cazadores solitarios. Los rastros corresponden al recorrido que hacían los dinosaurios que aprovechaban la bajamar para alimentarse de los animales atrapados en las aguas superficiales de una laguna interior.