Al final del Pleistoceno se produjo un cambio en la cuenca mediterránea que llevó a sus habitantes a alimentarse con animales más pequeños, como los conejos. Estas variaciones en la dieta pudieron deberse a cambios ecológicos que afectaron a las comunidades de grandes mamíferos, reduciendo su población o incluso haciéndolas desaparecer. Esta es una de las conclusiones de un estudio en el que ha participado el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos.
Un estudio de los fósiles de megafauna de la Edad de Hielo en Euroasia y América, liderado por la Universidad de Adelaida en Australia, demuestra que el aumento de la humedad ambiental, que se produjo por el deshielo del permafrost y de los glaciares, tuvo lugar justo antes de que muchas especies se extinguieran hace entre 11.000 y 15.000 años. Los pastos se convirtieron en pantanos, lo que pudo fragmentar a las poblaciones de grandes herbívoros.
Los grandes animales terrestres, las ballenas, las aves marinas y los peces han desempeñado un papel vital en el reciclaje de los nutrientes de las profundidades del océano y en mantener fértil el planeta. Un estudio revela ahora que el enorme descenso de sus poblaciones, junto con la extinción de algunos grandes mamíferos, ha estancado este sistema, especialmente en el caso del reciclaje de fósforo.
Un nuevo estudio revela que las grandes desapariciones de la megafauna hace entre 60.000 y 12.000 años se produjeron en los períodos de calentamiento del clima y no durante las grandes oleadas de frío, como se creía hasta ahora. Gracias a los análisis cruzado de ADN de restos fósiles con una nueva escala de temperaturas de la época, los científicos recalcan la importancia de los cambios meteorológicos, frente a la actividad humana, que influyó, pero en menor medida.
La revista Nature presenta esta semana la historia de los cambios que sufrió la vegetación del Ártico hace 50.000 años y que constituía la dieta de los grandes mamíferos de la época, como los mamuts lanudos, los rinocerontes lanudos y los caballos.
El mecanismo de la extinción de los neandertales es un tema polémico de gran interés entre la comunidad científica. Ahora, dos investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Bienvenido Martínez-Navarro (paleontólogo) y Policarp Hortalà (biólogo), aportan una nueva hipótesis, con datos ecológicos y etológicos, según la cual los Homo neanderthalensis habrían sido, muy probablemente, víctimas de un genocidio provocado por Homo sapiens.